TALCA. El nuevo hospital regional de esta ciudad es el primero del país (público) y Sudamérica en contar con tecnología antisísmica, capaz de resistir un movimiento superior al de febrero de 2010.

El edificio fue dotado de aisladores sísmicos en las áreas consideradas más delicadas, como quirófanos y áreas de camas críticas. Se trata de apoyos de goma con acero emplazados en el subterráneo, diseñados para cuando el suelo se mueva durante un terremoto el edificio vibre menos y garantizando así su continuidad operativa.

“Gracias a estos aisladores sísmicos, la sensación de la gente hospitalizada y que está al interior del hospital no será tan violenta. Va a sentir un movimiento de menor intensidad y más suave. Puede llegar a disminuir en un 50% la intensidad de un terremoto”, explicó Leopoldo Breschi, director de VMB Ingeniería Estructural.

Otra de las tecnologías antisísmicas utilizadas en el centro asistencial talquino son los “disipadores de energía”, que atenúan el movimiento en el edificio, protegen la estructura, tabiques, ventanas, cielos falsos, mobiliarios y, en general, el contenido de la edificación. Estos disipadores tienen un sistema que cumple la misma función de un amortiguador de un automóvil, disminuyendo el movimiento y la energía es absorbida en forma controlada y se canaliza al exterior del edificio y eso hace que la estructura misma sufra menos.

“Un Sistema de este tipo está diseñado para soportar sin dificultad un terremoto que tenga un período de recurrencia de 1.000 años. Esto significa que para un terremoto como el del año 60, las zonas críticas del hospital puedan seguir operando en forma normal y sin dificultades”, aseguró Breschi.

Noticia citada desde Diario La Prensa